Vatár, un orco diferente

• TÍTULO: Vatár, un orco diferente
• AUTOR: Irene Alonso
• Nº PÁGINAS: 84
• PUNTUACIÓN: 5
• GÉNERO: Fantasía, Juvenil, Aventura

"Vatár es un orco diferente, el cual lleva sobre sus hombros el peso de un destino que está a punto de suceder. Novela juvenil, de lectura sencilla, ligera y cercana, que hace reflexionar sobre valores como el amor, la amistad, la lealtad y la libertad, en un mundo desigual y deshumanizado."

OPINIÓN LAURA

Esta vez venimos con un libro muy distinto. Al principio, me lié un poco con los personajes, puesto que no les ponía una apariencia fija, pero según avanzaba leyendo, formé sus personalidades y descripciones a la perfección en mi cabeza. Esto me fue posible por el tiempo dedicado a cada uno de ellos y a su historia particular que nos permite alcanzar la escritora, permitiéndonos saber el por qué de sus acciones y pensamientos.

Es un libro muy fácil de entender, y muy rápido de leer (solo me llevó un día😅). es muy bueno para pasar el rato y pensar sobre algunos asuntos. El tema que más me gustó, fue el poner a un familia tan variada, pero que demostraba su amor con todo lo que podía, cruzando barreras, así como la confianza que se deposita en los demás sin importar de donde provengan o sean diferentes a uno mismo. He de agregar, que hubo un momento en el que me emocionó mucho debido a que pese que veía que se avecinaba ese hecho, no quería que llegara, y me dolió un poco, pero creo que fue lo que debía de pasar también.

La única pega que le veo es que el final pasa demasiado rápido para mi gusto. Si hubiera tenido uno o dos capítulos más habría sido perfecto para desarrollarlo un poco más, debido a que sentí que la acción y la tensión más importantes desaparecían demasiado rápido. Sin embargo, hubo una cosa que me sobresaltó y no me esperaba para nada, enseñando también que no hay que rendirse ante nada, ni amor, ni familia, ni metas.

Jamás he olvidado la primera vez que Valeria fijó sus ojos en los mios; los ojos que me persiguen y me destruyen; los ojos que me han mantenido con vida estos últimos años; los ojos que no he vuelto a besar.